25 de novembre 2012

Siguen persiguiéndome las sabanas blancas




Y ella, acariciándole con la yema de sus dedos los labios
le suplica cinco minutos más.
Poder erizarle la piel una vez más,
susurrarle unos cuantos deseos,
quizás sonreír hasta dormirse.
-Deja que me quede aquí,
bajo las sabanas que nos mantienen
vivos en este deseo de sueños y libertad.
Le susurra al oído que no se marche esta vez,
que se quede hasta quedar sin tacto bajo
el agua caliente que les anestesia la piel.

Así que, sólo le queda pensar que él le pregunta:
"...¿Puedo quedarme hasta mañana?".

22 de novembre 2012

Y qué más da, si al final llegamos al mismo lugar... a la nada.



Saber que no voy por buen camino,
que esto sólo lleva a mi precipicio,
al salto
en un vacío que no acabaría nunca
y en el que no habría ramas posibles a las que aferrarse.
Sólo sabanas de camas deshechas llenas de sudores escondidos
y disfrazados de mentiras.
Querer dar la vida y no poder por miedo a perderme,
a quedar desnuda en la noche fría y sin estrellas.

Saber que me metí donde no debí
pero pedí entrar en este laberinto sin salida.

Correr o morir... no queda otra.
Y yo, que soy cobarde se que apagaré mi
luz cargada de amor, caricias, llantos,
tactos, canciones, risas, miradas...
Para que puedas seguir tu viaje. Para que
sigas en tu tierra con los que te aman.
Para volver a mi mundo de nunca jamás y
pensar en lo que pudo ser.



Porque al final,
todo son excusas cobardes.