25 de desembre 2010

Lo necesitaba.
Durante muchos años estos días me parecían un compromiso,
un día en el que ves aquella parte de la familia q durante todo el año
ni llaman, no saben de ti, ni tan solo vienen a ver a la abuela.
Pero quizás sean los años,
o quizás la distancia... Pero lo echaba de menos.

Este día me ha sabido diferente.
Mi madre se ha decidido a cambiar las cosas de siempre.
También quizás sea la edad o la distancia.
El año pasado se rebeló contra el belén, y este año vuelve a estar
en la caja antigua de la entrada de casa.
Todos los años comiendo sopa y lechona y por fin
(si, dejo claro que era un deseo creo que familiar)
el segundo plato es diferente...
Y aunque no haya triunfado, el cambio ha ganado al paladar!

Estos días se me acaban ya que tendré que volver a casa,
a la rutina de cada dia...
Echaré de menos a mi familia y a estas risas interminables de sobremesa,
a los relatos de anecdotas familiares...
Pero sobretodo ver tres generaciones unidas.



Os dejo un enlace de un grupo de Mallorca en el que se canta al "pa amb oli", un plato típico que nos encanta comer a cualquier hora.

http://www.youtube.com/watch?v=TeZttGMOBQ0

23 de desembre 2010

Necesito luz


Ya no sé qué puedo darte,
qué te ofrezco o de qué dispongo.
No sé llevarte hasta donde me pides,
al lugar que buscas o sueñas.

Ya no se qué me dices,
ni tú ni tus palabras.
No sé si realmente es lo que entiendo
o es lo que yo quiero entender.

No sé lo que quieres!
Y quizás eso es lo peor,
andar a oscuras...


...cuando siempre he dormido
con una luz encendida.

11 de desembre 2010

¡Qué sensación tan extraña!


Mi mente se eriza al pensar
el roce de tus yemas en mi piel,
tus labios diciéndome
lo que no entiendo con palabras,
los días de manta al anochecer
y vaho en los cristales...

Tantos deseos que me llevan a ti,
a echarte de menos en los días en que
el silencio y el espacio llenan mi cama.
Días en los que me agarraría a ti
para poder despertar entre tus brazos
al día siguiente...
Y al otro...
Y al otro...
Y al otro...


05 de desembre 2010

¿Quieres la mitad de un hueso?


Este día es diferente a los otros.
Se acercan días que me recuerdan a todos aquellos que se fueron
y que nos dejaron una huella marcada en nuestras vidas para siempre;
no sólo en estas fechas sino también cada noche en la que pienso qué
sería de mi con ellos, con su presencia y su compañía.

Tengo que confesarlo, la Navidad me altera.
Y no hablo de la fuerte presión o tendencia que tienen ciertas personas
a las compras, compromisos, reencuentros forzosos, cenas innecesarias...
Puedo decir que soy contraria a esto.
Simplemente: me siento lejos de los míos, de mi casa.
Estoy al otro lado del charco, en una ciudad en la que soy anónima,
en la que no importa con quién cene tu vecino, o si tiene algo para cenar.
Esto me entristece ya que gran parte de estos días estaré sola, recordando
aquellos momentos de los otros años en los que estaba en casa.
Pero como decía al principio, este día es diferente.
Me ha mostrado que aunque crea que estoy sola, tengo muchas cosas
por hacer, lugares por descubrir, pasear, gritar...
Días en los que la compañía me hace sentir como en casa
y sobretodo, yo misma.
Y no tengo otra forma de agradecer que sea así
que compartiendo estos momentos contigo.


Quiero más momentos así, más diferencias,
más gestos, más complicidades...
Más tú, más laberinto.