
Y no tener miedo a tirarme al vacío,
a cogerte de la mano y pedirte que te escapes,
que dejemos atrás anclajes y trenes,
miedos y oscuridad;
que abras conmigo esta ventana al mar
y te bañes de noche conmigo.
Vencer los rumores del qué dirán,
de los prejuicios de la gente que no me conoce
y las envidias de los cercanos.
Si quieres pasaremos las montañas,
andaremos de día y noche
para contemplar las estrellas
y si de deja, el viento.
Valorar los maravillosos paisajes
y llegar a reconocer la hermosura de las zonas desiertas;
no esperar que todo sea un atardecer mediterráneo
sólo querer que cada día salga el Sol
y por la noche nos visite la Luna.
Supongo que todos tenemos momentos como los que aquí narras. Un poema precioso. Un saludo
ResponEliminaA veces basta con eso: que salga el sol y, por la noche nos acompañe la luna.( y ella o él)
ResponEliminaNunca se debe tener en cuenta lo que dicen los demás,debemos equivocarnos para poder enmendar nuestros errores. Y por otro lado, si hacemos caso a los otros, nunca viviremos cosas que surgen en nuestra vida. Nosotros mismos, somos el filtro de lo que podemos o no podemos hacer o permitir.
ResponEliminaUn abrazo.
Gracias por tu visita y tus amables palabras.
Que de noche nos bañe la luna, y el sol nos despierte abrigando nuestra desnudez :)
ResponEliminaHi ha vegades en qu`el millor que pot passar ès que la lluna ens miri amb el seu sonriure d´esperança i força. un pto
ResponEliminaMiedo, realmento no sirve para nada, no hay como aventarse y disfrutar la caida, tan exitante tan sobrecogedora
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