11 de juny 2010

La puesta del temor


Y no tener miedo a tirarme al vacío,
a cogerte de la mano y pedirte que te escapes,
que dejemos atrás anclajes y trenes,
miedos y oscuridad;
que abras conmigo esta ventana al mar
y te bañes de noche conmigo.

Vencer los rumores del qué dirán,
de los prejuicios de la gente que no me conoce
y las envidias de los cercanos.
Si quieres pasaremos las montañas,
andaremos de día y noche
para contemplar las estrellas
y si de deja, el viento.

Valorar los maravillosos paisajes
y llegar a reconocer la hermosura de las zonas desiertas;
no esperar que todo sea un atardecer mediterráneo
sólo querer que cada día salga el Sol
y por la noche nos visite la Luna.

6 comentaris:

  1. Supongo que todos tenemos momentos como los que aquí narras. Un poema precioso. Un saludo

    ResponElimina
  2. A veces basta con eso: que salga el sol y, por la noche nos acompañe la luna.( y ella o él)

    ResponElimina
  3. Nunca se debe tener en cuenta lo que dicen los demás,debemos equivocarnos para poder enmendar nuestros errores. Y por otro lado, si hacemos caso a los otros, nunca viviremos cosas que surgen en nuestra vida. Nosotros mismos, somos el filtro de lo que podemos o no podemos hacer o permitir.
    Un abrazo.
    Gracias por tu visita y tus amables palabras.

    ResponElimina
  4. Que de noche nos bañe la luna, y el sol nos despierte abrigando nuestra desnudez :)

    ResponElimina
  5. Hi ha vegades en qu`el millor que pot passar ès que la lluna ens miri amb el seu sonriure d´esperança i força. un pto

    ResponElimina
  6. Miedo, realmento no sirve para nada, no hay como aventarse y disfrutar la caida, tan exitante tan sobrecogedora

    ResponElimina