18 de gener 2011

Deseos


Es cierto que ante las despedidas intentamos aguantar
ese nudo en la garganta,
esas ganas de fundirnos en un eterno abrazo,
un beso tierno o caricias erizantes.

Evitamos mostrar aquello que sentimos o que nos apetece.
No estamos acostumbrados a mostrar con palabras
aquello que queremos, lo que haríamos en un momento
de locura sin pensar en lo que pasaría después,
aquellos mofletes sonrojados porque al final se
ha abierto la puerta de la verdad y nos alegra
saber que ambos sentimos igual.

Pero eso sólo sucede en las fantasías,
al final cada uno se va a casa con esa sensación de tristeza,
de no ser capaz de ser valiente.
Nos quedamos con las ganas de llevarle hasta casa para invitarle a cenar,
de mirar una película que nos haga avergonzar otra vez.
Pero sobretodo duele pensar que quizás esta noche sí
podría haberle invitado a compartir mis sueños,
mis ronquidos y mi manta,
sin pensar en lo que vendría después.

Quizás mañana si nos atrevamos a construir una frase
que nos ayude a abrir las puertas a este sueño.

3 comentaris:

  1. Y aunque evitemos mostrar debilidades, de vuelta, de camino a lo cotidiano, a veces lloramos, pensando en como atar el momento previo, comenzando a añorar lo que amamos y sabemos que echaremos de menos. Ya lo decía Lope de Vega, 'el amor tiene fácil la entrada y difícil la salida'.

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  2. No hay nada más bello que dejar aflorar las emociones.
    Abrazos.

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  3. quizás si, quizás mañana sea otro día. un día mejor, más claro, más alegre, con más valentia. tal vez mañana sea un hoy mejor.

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