27 d’agost 2010

Dando vueltas en la cama


..Y sin exclusividad,
como tantas otras noches,
me dejo llevar entre las sábanas
como piedra bañada por el mar.
No puedo coser mis ojos,
ni tan solo puedo dejarme volar
entre aquellas obras de teatro
que en sueños me roban el alma.

Como si los recuerdos y los deseos
poseyeran mi razón, y tal vez gran
parte de mis castillos de arena,
no puedo dejar de pensar.
Como si la cama se transformase
en máquina del tiempo, se desnudan
mis pensamientos y mis más íntimos deseos.
Las añoranzas, los errores,
las victorias, los secretos...

Sin darme tiempo o aire para
poder ver de dónde vienen,
me hacen creen que aquello es vida.
Me sumerjo en el mar de lo bello
y al final sí se cierran mis ventanas...


Para despertar,
y volver a pensar:
"Cuantas ganas de trabajar tienen
mis marionetas de los deseos ".

15 d’agost 2010

Paraules carregades de trocets de tu


Són paraules que corren entre ones que no veim,
que van cap aquí i en uns segons arriben més enllà.
Sons que demanen atenció,
que provoquen imatges i
fan néixer desitjos.

Entre paraules sé allò que em manca,
allò que somi cada nit abans d'entrar a nes llit,
aquest buit on sovint s'encargolen els llençols
que no són recollits per cap ànima.
Descansant de tants moviments i pensaments
que ennigulen actes que un no faria
em deix caure entre records que se mesclen
entre allò que un voldria i allò que un té.

Són paraules que la part racional no atura,
no filtra, i ni tan sols presta atenció.
Com si la repressió de les paraules hagués arribat al seu fi
es diuen coses que potser en altres moments no tendrien cabuda,
vetats per els rumors o per les flames de l'educació.

I tot i així encara se m'ericen els pèls quan abans de deixar-me caure en el subconscient,
tancant els ulls, pens... quanta buidor!

09 d’agost 2010

Y se marchitan los recuerdos


Y aunque me pese y muy a menudo me nuble,
no puedo dejar de hacerlo.
Entra en mi cabeza como si del aire se tratase,
como si algún pétalo de rosa se estuviera marchitando en mi
y sin pedirme permiso se pudriera
y me recordase que durante mucho tiempo
lo regué, y que ahora lo he dejado allí.
Abandonado.

Como si no pudiera oirlo, sentirlo,
verlo, tocarlo... Pero sí sé
que a menudo lo hago, y me paralizo.
Los recuerdos me inundan en cada rincón de esta roca,
en cada trozo de mar que veo.
Todo me transporta a un día, a un sonido,
a un llanto, a una risa...
A algo que me conduce a ti,
a tus cosas,
tus recuerdos.
Porque al final lo que ahora son recuerdos
antes formaban parte de ti.
Formaban parte de mi,
y se marchitan mientras los veo apagarse
y no puedo hacer nada,
hay que dejarlos seguir su camino.