05 de desembre 2010

¿Quieres la mitad de un hueso?


Este día es diferente a los otros.
Se acercan días que me recuerdan a todos aquellos que se fueron
y que nos dejaron una huella marcada en nuestras vidas para siempre;
no sólo en estas fechas sino también cada noche en la que pienso qué
sería de mi con ellos, con su presencia y su compañía.

Tengo que confesarlo, la Navidad me altera.
Y no hablo de la fuerte presión o tendencia que tienen ciertas personas
a las compras, compromisos, reencuentros forzosos, cenas innecesarias...
Puedo decir que soy contraria a esto.
Simplemente: me siento lejos de los míos, de mi casa.
Estoy al otro lado del charco, en una ciudad en la que soy anónima,
en la que no importa con quién cene tu vecino, o si tiene algo para cenar.
Esto me entristece ya que gran parte de estos días estaré sola, recordando
aquellos momentos de los otros años en los que estaba en casa.
Pero como decía al principio, este día es diferente.
Me ha mostrado que aunque crea que estoy sola, tengo muchas cosas
por hacer, lugares por descubrir, pasear, gritar...
Días en los que la compañía me hace sentir como en casa
y sobretodo, yo misma.
Y no tengo otra forma de agradecer que sea así
que compartiendo estos momentos contigo.


Quiero más momentos así, más diferencias,
más gestos, más complicidades...
Más tú, más laberinto.



1 comentari:

  1. Ojala pase pronto esa sensación desagradable. Ojala pudiera acuanr un poco esa melancolia.
    Ojala pudiera enviar un beso o un suspiro al aire que te acompañe un instante.
    Ojala la navidad no duela...

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